[vc_row full_width=”stretch_row_content_no_spaces”][vc_column][vc_single_image image=”426″ img_size=”full” alignment=”center” style=”vc_box_rounded”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_custom_heading text=”Dermatología Clínica – Seborrea” use_theme_fonts=”yes”][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

¿Qué es?

  • Es una dolencia cutánea e inflamatoria que produce la formación de escamas blancas o amarillentas, con o sin enrojecimiento cutáneo.
  • Costra láctea es el término que se utiliza cuando la dermatitis seborreica aparece en los bebés (en este caso, la afección es común, inofensiva y temporal).
  • Tampoco tiene que ver con falta de higiene.
  • La dermatitis seborreica es una afección de por vida, que a menudo atraviesa períodos inactivos extensos, seguidos de nuevos brotes.
  • Se forma donde la piel es aceitosa o grasosa.
  • Las áreas comúnmente afectadas abarcan el cuero cabelludo, las cejas, las pestañas, los pliegues nasolabiales, los labios, la parte posterior de las orejas, y el oído externo.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][vc_column_text]

¿Qué suele causarlo?

  • Se cree que la dermatitis seborreica se debe a una combinación de sobreproducción de grasa en la piel y la irritación causada por una levadura llamada malessizia.
  • También puede transmitirse genéticamente de padres a hijos.
  • El estrés, la fatiga, los climas extremos, la piel grasosa, la falta de higiene, el uso de lociones que contienen alcohol, trastornos de la piel (como el acné) o la obesidad pueden incrementar el riesgo de padecerla.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]